Con el mismo amor que nos ha entregado

Foto: RafaeLara Fotografo

Una vez más aseveramos que la cultura de la nación resulta imprescindible para preservar la espiritualidad del pueblo. Es aquello que nos identifica como cubanos desde la multiplicidad de matices que se hayan en nuestras raíces identitarias. Muchos serían los ejemplos de personalidades cuya obra ha calado profundamente en la sensibilidad popular a lo largo de nuestra historia como nación. Sin embargo, a veces algunas de estas emblemáticas figuras se nos llegan a convertir en seres tan cotidianos por el don natural que tienen para hacerse sentir como uno más entre nosotros, que corremos el riesgo de que se nos nuble la mirada a la hora de avalar la extraordinaria dimensión de su obra por no percibirlo en su justa dimensión.

Concretamente, estamos hablando de alguien como Amaury Pérez Vidal quien tiene en su haber un extenso y fundamentado legado artístico el cual muy pocos de sus contemporáneos estarían en condiciones de superar. Por supuesto que dicho acercamiento no debe circunscribirse nada más que al limitado recuento de lo que significó su aparición como cantautor en la lejana década del setenta, puesto que hoy en día, continúa sorprendiendo por la plenitud del talento desbordado que le ha permitido recibir dos Premios en el Cubadisco 2025 por los discos Los Dúos. Episodios 1 y 2 en la categoría de Trova, además del disco Amaury Sinfónico en Trova Concertante.

Pero es que, a esta popular figura de la cultura, también le debemos su personalísimo acento en el acto de elogiar al amor desde una de las poéticas más hermosas presentes en la canción cubana, aclamado soporte donde la conceptualización de la ética disfruta de una privilegiada repercusión, como en todo aquello que se encuentre enfrascado el trovador.

Por el disco Los Dúos. Episodios 1 y 2 Amaury recibió un premio en el Cubadisco 2025, en la categoría de Trova.

Para comprender esta vocación suya como compositor e intérprete, hay que conocer que Amaury representa a un cantautor de raíz profunda que durante décadas ha sostenido como estandarte la lealtad al sentido de la belleza en las relaciones humanas.

Desde “Acuérdate de abril” y “Vuela pena”, pasando por “Encuentros” y “Quédate este bolero” hasta las obras de más reciente creación como “Por salvar un beso” y “Plegaria” por Alberto Cortez, hemos sido los receptores naturales de decenas y decenas de canciones portadoras de un aliento lírico mayor, que sin lugar a dudas contribuyen a la indispensable necesidad de poder llegar a hacernos mejores personas.

En la misma edición de Cubadisco, también obtuvo el premio en Trova Concertante por el disco Amaury Sinfónico.

Como profundo creyente, en sus canciones dedicadas a la Navidad, Amaury no se ha apartado ni un ápice de esa auténtica reflexión ética donde la bondad y el amor por el prójimo ocupan planos cimeros en sus composiciones, puesto que este martiano de pura cepa ha hecho suya la prédica del Apóstol cuando afirma que “…la bondad no anda sola, sino que es precisamente lo que en el mundo necesita más estímulo”, sentimientos reflejados en canciones como “Ángeles de Navidad”, “Diciembre” y “Tal vez diciembre”, entre tantas otras. Si del acercamiento a los versos del Apóstol se trata, baste apuntar que, para estos tiempos, canciones como “Carmen” y “Magdalena” que aparecen en el disco de 1978 titulado Poemas de José Martí por Amaury Pérez, ambas conservan la vigencia de un encanto interpretativo que convierten al fonograma en una inestimable joya de nuestro acervo cultural.

Sin embargo, como se trata del martiano raigal de Amaury Pérez, al cabo de 42 años de la aparición del mencionado suceso discográfico, presentó un remake del mismo con el disco Martí en Amaury, edición especial conmemorativa que se distingue por la decisiva participación de jóvenes músicos de estas primeras décadas de siglo, entre los que se distinguen Eduardo Sosa, Annie Garcés, David Blanco y Luna Manzanares. Realizado con la Egrem como homenaje al aniversario 125 de la caída en combate del Apóstol, simboliza un tributo magnificado de la esencia del ser humano que habita en José Martí.

No obstante, para los músicos del rango de Amaury, estos no pueden decidir el momento oportuno para hacer una pausa en sus respectivos desempeños. Tan es así que en el Cubadisco del 2022 recibe el Premio en la categoría de Archivo por el disco Casi todo Amaury, una recopilación de más de sesenta de sus mejores canciones en todas estas décadas, un testimonio real y verídico como para estarles agradecidos de que no haya extraviado jamás el hábito de hurgar en los matices de una sensibilidad insondable. Entonces, para un músico que se limitara específicamente a los marcos de su profesión, quizás hasta aquí habríamos llegado con este breve y rápido recuento acerca del legado de Amaury Pérez como cantautor.

“(…) en sus canciones dedicadas a la Navidad, Amaury no se ha apartado ni un ápice de esa auténtica reflexión ética donde la bondad y el amor por el prójimo ocupan planos cimeros en sus composiciones”.

Pero el asunto es que, en esta misma persona, encontramos al hábil guionista, al avezado entrevistador y por lo tanto al director de altura imprescindible para programas de gran audiencia en la televisión como es el caso del memorable ciclo de programas Con dos que se quieran. Aquí de nuevo retomamos el tema de resaltar la importancia de la cultura como proveedora decisiva en la espiritualidad de la nación. Si ha trascendido entre el recuerdo de programas similares, es porque dejó una profunda huella en la teleaudiencia por las eficaces y atractivas entrevistas a más de doscientos representantes de la cultura cubana en su más amplio espectro como artistas de todas las ramas, intelectuales, deportistas, científicos y hasta personalidades religiosas de todos los credos, todos ellos queridos y de gran prestigio entre el pueblo.

Solo alguien con el carisma y la cultura de Amaury, es capaz de hacernos sentir lo orgullosos que estamos de ser compatriotas de semejantes cubanas y cubanos por la ennoblecedora familiaridad al presentarnos a cada uno de sus invitados entre los que se encuentran nombres de gran arraigo como Rosita Fornés, Eusebio Leal y Eduardo Roca, el Choco. Al finalizar la trasmisión de esta gustada serie de entrevistas que tuvo tres temporadas, me he convencido de que el numen de alguien como Amaury, resulta inagotable. Para quienes deseen confirmar dicha observación, los remito al sitio digital Cubadebate donde pueden leer las Crónicas de Amaury Pérez. Se encontrarán con decenas de divertidas anécdotas acerca de hechos hilarantes que le han ocurrido en su vida. Aunque el propio autor confiese que a todo el mundo le pasan cosas verdaderamente cómicas, la elevada aceptación del gusto por tales crónicas se debe a que están concebidas desde una óptica absolutamente profesional, apoyadas por una sólida y bien pensada dramaturgia hasta el punto que nos deja con las ganas de seguir leyendo muchas más.

(Tomado de La Jiribilla)